Más que una idea, es casi un sueño o quizás un simple vuelo de imaginación.
En vez de molinos de viento, torres y placas solares aparecerán inmensas redes, camufladas en los paisajes montañosos -ahora poblados con molinos gigantes- que captarán, tanto la energía del sol, la fuerza del viento, como la electricidad atmosférica, ya sea la estática por fricción eólica como la de rayos de las tormentas.
Precisamente cuando aparezcan apreciables diferencias eléctricas entre grandes masas de aire, ascenderá como un bosque de grandes globos sujetos con cables eléctricos, a modo de inmenso cepillo, para peinar el aire tormentoso y recoger así la energía que forman los rayos.
Justo debajo de esas redes se habrán creado grandes baterías subterráneas, construidas con especiales disposiciones de minerales que podrán almacenar la energía eléctrica, al menos durante un día completo, con objeto de estabilizar y regular el flujo eléctrico, tanto según la disparidad de la meteorología como por los cambios de consumo a lo largo de la jornada.
Seguramente Julio Verne lo habría escrito mucho mejor, pero es que solo soy Julio Fernández.
Este idea- o sueño imposible- no trata de reflexionar sobre lo que no haremos sino lo que hacemos mal, aquí y ahora, para salir de esta crisis, hacia un futuro más sostenible y positivo para toda la humanidad.
Esta crisis ha puesto al borde del cierre a las más importantes multinacionales del automóvil y de numerosas empresas de electrodomésticos, electrónica, etc. sin embargo la solución ha sido subvencionar la compra del automóvil para seguir fomentando un sistema de transporte privado cada vez más insostenible.
Si por ejemplo nuestra multinacional Acciona Solar Power ha construido la gran planta solar de Nevada y para ello ha requerido que alguna cadena de montaje de coches alemana le construya los tubos colectores.
Que además otra empresa especializada en cristales le fabricara en serie una inmensa cantidad de espejos especiales.
¿A nadie se le ocurre abrir y apoyar una salida a las cadenas de montaje que no sea seguir produciendo coches o aires acondicionados?
Si ahora se pretende generalizar la instalación de energía solar térmica para las viviendas ¿por qué no han apoyado la construcción en serie y en serio de estas instalaciones para su uso masivo?
La imagen de una buena idea es una bombilla encendida sobre una cabeza ocurrente.
Sin embargo no es buena idea quedarse solo en anunciar el regalo de una bombilla de bajo consumo para fomentar un uso más inteligente de la energía.
Hola Julio,
ResponderEliminarnadie es como Julio Verne, pero como Fernández lo expresas muy clarito. Totalmente de acuerdo.
Para apoyar lo que dices, te comento que conozco una persona que está intentando llevar adelante un proyecto Heligiro (avión + autogiro) muy barato, enteramente realizado con piezas y motores de automóvil. Ha invertido más de 600 mil € en patentes y no consigue financiación ni ayudas. Saludos
y por que no subir el precio de la gasofa, y se subvencionan solas....
ResponderEliminarGracias estimado Anónimo por participar.
ResponderEliminarLa subvenciones a la industria del automóvil, al comienzo de la crisis, para activar la industria nacional, no parecía la mejor opción cuando esa misma industria podría -por ejemplo- fabricar perfectamente, sistemas termosolares y fotovoltáicos para viviendas, con lo que una producción de más escala podría abaratar sustancialmente estos equipamientos y hacerlos más eficientes.